Un vino excelente para tomar a media tarde. Inicialmente seco de color ámbar a caoba, con aroma muy acusado como indica su nombre. Tiene mucho cuerpo (nuez). Su graduación alcohólica es 16º. Los vinos olorosos son siempre servidos a temperatura ambiente.
Este vino es envejecido en contacto directo con el aire (envejecimiento aeróbico), siguiendo un proceso físico-químico que previene el crecimiento de los típicos "velos" de los vinos finos.
Bodega fundada en 1927 por Antonio José Robles, que actualmente está dirigida por la tercera generación de esta familia dedicada a los vinos de Montilla Moriles: los hermanos Pilar, Marisa y Francisco Robles. Guiada por el respeto a la tradición y el entorno, la tercera generación de la familia Robles inició en 1999 el cambio de "modelo agroambiental" a un sistema sostenible y, por qué no decirlo, más racional.
Sus viñedos ecológicos protegen la biodiversidad: Las cubiertas vegetales, por ejemplo, son una fuente natural de abono nitrogenado y también evitan plagas. Entre las cepas se plantan especies silvestres autóctonas, como "trebolina", amapolas, leguminosas, etc., especies de raíz corta y fijadoras de nitrógeno. Con ello se consigue disminuir la erosión del suelo, mantener la humedad, aumenta la permeabilidad de la tierra, mejorar el ciclo de nutrientes de la planta y mantener la fauna autóctona.
En bodega, el equipo de elaboración capitaneado por la enóloga Rocío Márquez, presta especial atención al uso de levaduras autóctonas y el tratamiento físico del vino ecológico (filtración con tierras diatomeas y estabilización por frío).
La cuidadosa selección de las uvas sanas durante la cosecha y la higiene de la bodega son claves para reducir el uso de conservantes y antioxidantes.
Actualmente, es la única bodega de una denominación andaluza que elabora vinos con certificación ecológica.